Los “nueve millones
de euros” a los que hace referencia el señor Spottorno en su correo
electrónico dirigido a Miguel Blesa, eran efectivamente para financiar el
proyecto promovido por los gestores de la Fundación Giner pero, sólo
correspondientes a un año. Los organismos mencionados habían firmado un
Convenio por el que se comprometían a aportar anualmente, durante 5 años
consecutivos (de 2003 a 2007) cantidades que ascendían a 601.010€ para el Ministerio de
Educación y Comunidad de Madrid respectivamente; y 3.005.060€ la Fundación Caja Madrid. Es decir que el total
aportado al año 2007, ascendería a la suma de 21.045.400€.
Sin embargo, según referencia
del Consejo de Ministros no se cumplieron las previsiones acordadas en dicho Convenio
ni los plazos previstos, porque el Proyecto contemplaba una
ampliación de la sede de la Fundación Giner que suponía multiplicar
por tres la edificabilidad existente. Tal especulación requería la
obligatoriedad de presentar un “Plan Especial” al
Ayuntamiento de Madrid, que sería aprobado en 2006 (20 de abril). El nuevo
coste del proyecto, que continuaba llamándose de “rehabilitación”, a pesar de
haberse introducido ya la “demolición integral” de pabellones históricos,
ascendía a 13.522.740€, de los
cuales, el Ministerio de Cultura se comprometía a aportar 3.906.570€, (deducido
lo pagado ya en 2003) y anualidades sucesivas de 801.350 € en 2008; y
1.035.073€ en 2009, 2010 y 2011 respectivamente. El resto, hasta alcanzar el
total presupuestado, correspondía a las otras dos entidades [7-12-2007. Economía y Hacienda. www.la-moncloa.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2007/refc20071207].
Además, el Grupo
Parlamentario Socialista del Congreso, con motivo del nonagésimo aniversario de
la muerte de don Francisco Giner de los Ríos, había presentado a la Comisión de
Cultura una propuesta de Ley (10-Mayo-2005) para impulsar la recuperación del legado intelectual y material de Giner,
solicitando incrementar la dotación presupuestaria, aprobada en los
presupuestos del ejercicio 2004, e incluirla en los Presupuestos Generales del
Estado del año 2005. [BOCG.Congreso de los Diputados, serieD, núm. 162, 1 marzo
2005]
En conclusión, como
dice el señor Spottorno, se trata de un proyecto de derribo y de nueva construcción, financiada
íntegramente con dinero público. Lo
más contrario a la ética de la Institución, que siempre mantuvo su
independencia económica privada para no ceñirse a ningún partido político ni
creencia filosófica.
(FOTO: El Mundo 27 dic, 2002)
En la fotografía
aparecen los máximos responsables del derribo del patrimonio
arquitectónico de la Institicuión Libre de Enseñanza el día de la firma del
Convenio en la Residencia de Estudiantes (26-12-2002). El Presidente de la
Fundación Giner, Julián de Zulueta, estuvo acompañado en el Acto sólo por
algunos de los patronos: Virgilio Zapatero, Isabel de Azcárate y el
Secretario, José García Velasco. Días antes José María Aznar había sido
invitado a visitar el recinto histórico de la Fundación Giner, con gran sigilo
por parte de sus gestores, quienes habían conminado a los trabajadores de la
Entidad para que se tomaran ese día libre y no acudieran a su puesto de
trabajo. Un hecho deleznable que
quizá sorprendiera al propio Presidente del Gobierno al visitar una “fundación
sin trabajadores” ¡en un día laborable!
Si como dice este
diario: “No falto nadie a la cita. Todas
las siglas políticas estaban representadas en la firma del acuerdo”, significa
que unos y otros (PP/PSOE) son cómplices del ultraje del recinto
institucionista y la desaparición de sus pabellones históricos. Y, para colmo de males, se dio el informe mendaz de la Real Academia de la Historia que
resultó decisivo: “… la ampliación respeta los principales edificios
existentes y prescinde de los secundarios, por su escaso o nulo interés”. Firmado
por Pedro Navascués Palacio, Presidente de la Comisión de Monumentos y
Patrimonio Histórico [12-12-2007].
Ante este hecho, no cabe más
que el bochorno y la indignación hacia unos responsables incapaces de respetar y defender sus hitos más memorables. Los españoles hemos perdido un patrimonio
histórico-arquitectónico único, los edificios de la Institución Libre de Enseñanza de principios del
siglo XX, de gran valor científico y pedagógico; y un recinto que emanaba
circunstancias concretas y hechos históricos ya irrepetibles, donde sus
colaboradores contribuyeron al “nuevo florecer de España”.
Quizá haya llegado la hora de iniciar una vía legal para retirar el nombre de Giner de
los Ríos a esta Fundación secuestrada por
intrusos y que cese el incumplimiento de sus principios y la manipulación de su
buen nombre.