domingo, 30 de septiembre de 2012

Relación entre la actual Residencia de Estudiantes y el actual CSIC


PILAR ALTAMIRA es escritora, bióloga, y colaboradora en medios de información. Hija y nieta de institucionistas.
Revista "Leer"
Marzo 2010


 Agradezco la invitación de la Revista LEER y la oportunidad que me brinda para manifestar mi opinión respecto a los fastos que la Residencia de Estudiantes anuncia para celebrar su Centenario durante este año de 2010.
En mi opinión y pese a los esfuerzos de los organizadores por presentarse como continuadores de las ideas de don Francisco Giner de los Ríos, no puede pasarse por alto un hecho fundamental: la actual Residencia de Estudiantes no tiene nada que ver con la Residencia original.
Existen razones históricas que lo avalan, la primera de ellas, sus orígenes. La Residencia de Estudiantes fundada en 1910, era heredera de la Institución Libre de Enseñanza y dependía directamente de la JAE, creada en 1907. La Residencia actual, está vinculada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), fundado por Franco al termino de la Guerra Civil,  el 24 de noviembre de 1939, con un espíritu absolutamente antagónico al de la Junta. No hay que olvidar que Franco disolvió la Institución Libre de Enseñanza y que ese Decreto nunca ha sido derogado.
Concretando, estamos hablando de dos entidades absolutamente incompatibles: Residencia-JAE en la cual los estudiantes vivían, estudiaban e investigaban y Residencia-CSIC, una institución privada como tantas otras, presidida por el Príncipe de Asturias, con un patronato de ministros y con grandes asignaciones económicas estatales y patrimonio privado.
Franco al disolver la JAE, en un Decreto de Mayo de 1938, dispuso que en adelante:
[...] todos los Centros dependientes de la disuelta Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, de la Fundación de Investigaciones Científicas y Ensayos de Reformas y los creados por el Instituto de España, pasarán a depender del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Pese a su disolución, la JAE siguió funcionando durante toda la guerra civil. La actual Residencia-CSIC no oculta, sino que mantiene su procedencia franquista como demuestra la permanencia del frontispicio que aún hoy, luce en el edificio del CSIC, donde puede leerse: “El victorioso Francisco Franco, fundó y auspició el Consejo Superior Investigaciones Científicas. M.Diciembre 1939” y otros símbolos franquistas, como la escultura del padre Albareda.

Posteriormente, hacia el 1996, la Institución Libre de Enseñanza pasó a ser un holding Residencia-ILE, dirigido en ambos casos por las mismas personas que, quizá por no pertenecer a familias institucionistas, salvo en contados casos, no han vivido tal ideología que apenas conocen, y por tanto no se interesan por conservar los valores de la ILE, la humildad, la sensibilidad artística, o el respeto a la naturaleza. Un ejemplo, permitir la destrucción del recinto histórico-artístico de la ILE, en Martínez Campos 14.
Otra razón evidente: los actuales directivos de la Residencia y del Patronato de la Fundación Giner de los Ríos, como el Presidente honorífico de la Residencia, don José García Velasco y don José Carlos Mainer, patrono de la Fundación Francisco Giner de los Ríos y miembro del equipo del BILE, han sido fervientes discípulos de Vicente Cacho Viu, reconocido miembro de cierta institución seglar. Una Residencia que arrastra tal herencia ¿puede homologarse con la original? Aquella Residencia que ocuparan Machado, Dalí, Buñuel o Lorca, en la que ansiaban alojarse o comer en su desaparecido y encantador comedor, los Curie, el doctor Fleming o Stephen Hawking ¿tiene algo que ver con este nuevo edificio estilo NH o con sus actividades pobres, repetitivas y carentes de impulso investigador? Conociendo el potencial económico de la Residencia ¿por qué no invitan a personalidades de primera línea en los diferentes campos del saber?
En cuanto al Boletín de la Institución, (una publicación modélica y seria en sus comienzos pese a su  escasez de medios), desde hace unos años, carente de interés científico, ha ido cayendo hasta convertirse en una plataforma de lucimiento para unos pocos amigos.
Por último, y si nos referimos a uno de los tesoros de la Residencia, como es el Archivo de la Edad de Plata, puedo decir en primera persona que no cumple los requisitos acordados. En el caso del “Legado de Rafael Altamira”, varios miles de documentos, donado por mi familia (después de haber rechazado ofertas como un cheque en blanco de la Universidad de Columbia, Nueva York, y otras muchas), no se ha realizado una sola de las publicaciones, tales como epistolarios o reediciones, prometidas en nuestro acuerdo previo y, por el contrario, recibimos las continuas quejas de investigadores a los cuales no se facilita su tarea, demorando la entrega de los documentos solicitados, con un difícil acceso por Internet, etc.
Parece ser que el espíritu institucionista emigró al exilio con sus pioneros, pero afortunadamente aún subsiste en toda persona abierta, culta, sensible y demócrata. Como término comparativo de lo que es la sensibilidad institucionista, mencionaré el número extraordinario del Boletín de la Corporación de Antiguos Alumnos de la Institución Libre de Enseñanza de México dedicado a conmemorar el Centenario de mi abuelo don Rafael Altamira y Crevea, con colaboraciones de sus discípulos y amigos, como Silvio Zavala, Javier Malagón, Luis Garrido, Bosch-Gimpera, etc.
Don Bernardo Giner de los Ríos escribió: “Al consagrar este número a su memoria, la Corporación rinde, una vez más, el tributo de respeto y cariño al maestro preclaro, cuyo centenario conmemoramos hoy.”
Termino con este importante parlamento de Susan Sontag:
“Creo en la necesidad de seguir formulando una estética de la resistencia, resistencia a las barbaridades de nuestra cultura, a los apocalípticos juegos de destrucción de nuestros líderes, y el conformismo de nuestras imaginaciones y nuestras vidas”


 "Las evidencias señaladas en el anterior artículo, año 2010, respecto a la estrecha relación entre la actual Residencia de Estudiantes con el CSIC franquista, quedan corroboradas con la significativa nota, en letra pequeña, que la Directiva de la Residencia ha tenido a bien agregar a los  correspondientes trípticos informativos que mensualmente? envía a sus socios."